Cuando se lleven a la señora, lo acompaño para que laven su auto y lo invito
a un almuerzo, usted se lo ha ganado, y no se preocupe, todo corre por mi
cuenta
Chofer
Qué sabia es la gente cuando dicen que si uno no llora no mama y pareciera
que esto si se cumple.
Parturienta:
Señores, gracias, gracias, son unos ángeles, que Dios los bendiga. Mi
hijita, se llamará Ángel, en su honor. Gracias. Gracias por todo.
Albert
Que tenga mucha suerte, cuídese y cuídela.
Chofer
Y ahora mi querido amigo, le recomiendo que se siente en la parte delantera,
nuestro quirófano accidental requiere de cierta atención.
Albert
Me parece bien.
Chofer
Bueno, cuénteme que le pareció todo el espectáculo
Albert
América, está llena de sorpresas, ninguna de ellas me asusta, pero sentir
la vida o la muerte tan cerca, me ha dado mucho en que pensar.
Chofer
Qué, piensa volver con su mujer
Albert
Hace unos minutos,
le hubiese contestado que no de una manera categórica, ahora, no sabría que
hacer ni que decir.
Me enseñaron desde niño que había que producir,
había que hacer dinero. Hoy, me doy cuenta que aquellos que se subrogan en
el don del dinero siempre están en deudas.
Chofer
Quiere decir que lo están agobiando las deudas.
Albert
No, que va, es como usted antes dijo, una metáfora.
Chofer
Mi madre dice a
menudo, que obedecer por amor, es mejor que obedecer por temor
Albert
Veo que su madre es una mujer sabia
Chofer
No, es más bien práctica, dice que un estómago lleno es un estómago que no
se preocupa por hambre. Pero no me ha dicho que ha aprendido hoy.
Albert
Muchas cosas, que aún es prematuro decir que ya forman parte de mi
enseñanza, pero de una de ellas si estoy completamente seguro.
Chofer
De qué cree, que está completamente seguro.
Albert
De que por cada mujer que puede sacar a un tonto de un hombre, siempre hay
otra que puede volver a un hombre de un tonto.
Chofer
No lo comprendo, pero supongo que usted, sabe lo que dice.
Albert
Ojala, me gustaría pensar así en positivo.
Chofer
Bueno, llegamos, mientras esperamos que lo laven, invito una cerveza.
Albert
De eso nada, ya le
dije, que hoy yo corría con los gastos.
Chofer
Dos cervezas, déle una bien fría para mi amigo.
Albert
Gracias.
Chofer
Por lo de la cerveza.
Albert
No, por lo de mi amigo.
Chofer
Celebremos, por Ángela.
Albert
Por Ángela.
Chofer
Volviendo al tema, qué piensa hacer con su vida.
Albert
En este momento, más me preocupa su problema, cómo va a resolver su
situación.
Chofer
Lo mío es fácil, hablaré con mi mujer y asunto arreglado, pero en su caso,
lo difícil es si hay o no una marcha atrás.
Albert
salud
Chofer
Salud y suerte amigo.
Albert
Creo que ya, hemos tomado más de seis cervezas, para mí, la próxima será la
última, estoy medio borracho.
Chofer
Para emborrachar a
un italiano se necesitan cajas, no botellas.
Albert
A mi, las cervezas, ya me comenzaron hacer efecto. Mejor nos vamos a comer.
Chofer
Buena idea, pero ahora pago yo.
Albert
Amigo, no me has
dicho cómo te llamas.
Chofer
Gregory, Gregory
Matías, y cuál es el suyo
Albert
Albert Goldberg.
Chofer
Y cómo no iba a ser, un italiano y un judío, debe ser el llamado de la
sangre.
Albert
puede ser
Chofer
Se repiten sensaciones que ya había experimentado ayer
Albert
Cómo cuáles por ejemplo
Chofer
No sé, me pareciera estar disfrutando tanto, que aún no logro entender ni el
por qué,
Albert
Eso es señal de humildad, a mi me está sucediendo algo similar, lo de hoy ha
sido una gran lección en el momento más apropiado. Ya estoy deseoso de
llamar a mi casa y ver si aún puedo remediar mi situación
Chofer:
Me asustas.
Albert
Te voy a contar algo, a lo mejor te aclara. Érase una vez un rey que bajo
una maldición cayó enfermo, al reunirse el príncipe con sus asesores, supo a
través del mago principal que la única forma de curarlo era descubrir lo que
todas las mujeres querían. Creyendo fuese una tarea fácil, el príncipe
comenzó a entrevistar a las mujeres del reino. Luego de preguntarle a la
primera de qué era lo que deseaba de la vida, ella dijo: necesitaba un
guardarropa nuevo. La segunda: tener un cuerpo más hermoso. Otra: Tener
mucho dinero. Siguieron: una casa más grande, tener hijos, no tener más
hijos, tener más busto, no tener tanto busto, poseer un pelo liso, tener el
pelo rizado etc. Anotó las respuestas, ninguna deseaba o quería lo mismo.
Descubrió había llegado a una encrucijada. Aquello que supuso como labor
fácil se convirtió en imposible. Regresó a hablar con los asesores del reino
y el mismo mago al ver cercana la muerte del Rey, le recomendó hablara con
la bruja del pueblo. Era tanto el amor por el padre que sin dudarlo, el
príncipe se dirigió a la espesura del bosque hasta encontrar la casa de la
bruja. Luego de plantearle el problema y el deseo de salvar a su padre, ella
le manifestó que sí sabía la respuesta, pero ponía como condición que
primero el príncipe debía de casarla con su mejor amigo. Salió con una
esperanza, él creyó en ella. Mandó a llamar a palacios a su mejor amigo y le
puso al tanto. La respuesta fue inmediata, la amistad era tal que su amigo
dijo estar dispuesto de manera incondicional a los deseos del príncipe. La
boda se llevó a cabo el mismo día, no se podía perder tiempo, la condición
de salud del Rey empeoraba. Durante la ceremonia el amigo del Rey pudo ver
la fealdad de la novia, se hizo de tripas corazón, sabía que su sacrificio
serviría como cura y alegría del reino y de su amigo y se consoló. El
príncipe al terminar la ceremonia, habiendo cumplido el trato, preguntó a la
bruja qué era lo que deseaban todas las mujeres. Su respuesta fue: las
mujeres todas quieren que las oigan, no las interrumpan, no las juzguen, y
en especial las traten con mimo y mucha delicadeza, con esta respuesta logró
salvar a su padre el Rey.
Llegó la noche, era la primera de la luna de miel,
el miedo en descubrir su asco, le atemorizó de tal manera que en la cama
comenzó a temblar. La bruja demoraba más de la cuenta, y al pasar casi dos
horas en el baño, no le quedó más remedio que llamarla, quería enfrentar las
consecuencias de una sola vez. A los llamados del esposo, se abrió la puerta
del baño, una gran luz blanca era el fondo que iluminaba una nube de humo
blanco y espeso que no permitía ver otra cosa. El humo comenzó a salir y
penetrar la habitación nupcial, tras de él, una mujer, como pocas en el
mundo se dejó ver. Su rostro, cuerpo y demás, sería lo que todo hombre
desearía. Él extrañado no supo que decir. Fue ella la que rompió el
silencio. Verás amado mío, soy una bruja que puede a su antojo tener durante
un período seguido de doce horas, este cuerpo hermoso o el otro, ahora serás
tú el que decida cuando te conviene o deseas el uno o el otro. ¿Cómo me
prefieres hermosa, atractiva y deseada durante la noche o deseas que sea
durante el día?
El hombre comenzó a especular hacia sus adentros. Si
decía que la prefería hermosa durante el día, todos los hombres lo
envidiarían y tendría tantos celos que al final lo matarían, además que de
noche tendría que hacer el amor a un esperpento. De quererla hermosa durante
las noches para disfrutarla en la privacidad de su cuarto y de su cama,
durante el día se vería avergonzado ante todo el pueblo de ser su esposo. Lo
uno le desagradaba lo otro también. Viendo no encontraba solución luego de
disfrutarla antes de que terminara el hechizo, habló con ella y le dijo:
querida mía, he llegado a la conclusión que estaré feliz de seas hermosa o
fea durante el tiempo que tu decidas. Lo que hagas para mí estará bien.
Aunque había terminado su período de doce horas como mujer hermosa, en ese
momento, ella no cambió, siguió esplendorosa. Al notarlo preocupado, con una
amplia sonrisa la bruja le confesó: La verdad esposo mío, es que de mi
depende si quiero o cuando quiero ser hermosa, por tu manera tan noble de
ser, de ahora en adelante seré hermosa para ti, durante las veinticuatro
horas del día y la noche. Así, en el reino todos vivieron felices.
Amigo, ¿pudiste descubrir la moraleja?
Chofer:
La verdad, no.
Albert
La moraleja, mi
amigo es que todos los hombres, vivimos con mujeres que son brujas.
Chofer
Mire amigo, las mujeres no son tontas, ellas saben lo que tienen y le
garantizo ahora que lo conozco, que de ninguna manera ella lo dejará así
porque sí.
Albert:
Ahora me vino a la memoria un dicho de mi madre: Si quieres hacer que Dios
se ría, cuéntale tus planes.
Chofer
Qué quieres decir con esto
Albert:
Que las cosas si tienen que ser, serán. Bueno amigo, aquí termina nuestro
viaje, espero que se te compongan las cosas . No te digo más, porque de
seguro no nos volveremos a ver, pero quisiera que supieras que he disfrutado
de tu amistad. ¡Hasta la próxima!
Chofer
Albert: ha sido un placer el conocerte
Albert:
Adiós Gregory. No lo puedo creer, no puede ser, me encuentro que en la calle
está la sabiduría, jamás hubiera imaginado que un viaje tan corto, y con un
Chofer cuyos valores familiares son tan deformados, sería quién me hiciera
ver lo ciego que soy.
Hablamos de criminales, de muertos, de niños que al
perder a un padre o a una madre, se convierten en huérfanos. Y cómo puedo
ser menos malo que un criminal, cuando he tratado de dejar a mis hijos
huérfanos de padre.
Debo hablar inmediatamente con mi esposa, si aún no
hay otro hombre en su vida, quizás tenga posibilidad de corregir mi error.
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