Es necesario recordar la Palabra de Dios continuamente, para estar fortalecido en la fe. J.R.C.
Continuación del Estudio del Evangelio de Juan
Biblia, estudio evangelio de Juan completo.
Escribe Javier R. Cinacchi en
https://www.estudiargratis.com.ar/estudio-evangelio-juan/juan-3-22-36.html
Revición: 13/1/2021
[Lectura: Evangelio de Juan 3:22-36 ]
Jesús y Juan: ambos bautizando.
Continuando con el estudio del Evangelio de Juan completo, vamos a analizar ahora el siguiente texto de la Biblia
Jn. 3:22 Después de esto, vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea, y estuvo allí con ellos, y bautizaba.
Jn. 3:23 Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados.
Jn. 3:24 Porque Juan no había sido aún encarcelado.
Jn. 3:25 Entonces hubo discusión entre los discípulos de Juan y los judíos acerca de la purificación.
Jn. 3:26 Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira que el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, bautiza, y todos vienen a él.
Jn. 3:27 Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo.
Jn. 3:28 Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él.
Jn. 3:29 El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido.
Jn. 3:30 Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.
Jn. 3:31 El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos.
Jn. 3:32 Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio.
Jn. 3:33 El que recibe su testimonio, éste atestigua que Dios es veraz.
Jn. 3:34 Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida.
Jn. 3:35 El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano.
Jn. 3:36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
Explicación de cada versículo
(22.) Se comienza a narrar otro acontecimiento, Jesús se dirige a bautizar a Judea, siendo muy probablemente que los que bautizaban en su totalidad eran sus discípulos y no él mismo; no obstante no se aclara aquí sino luego, cuando dice en el capítulo cuatro del Evangelio de Juan, versículo dos: "aunque no era Jesús mismo el que bautizaba, sino sus discípulos". Ya se ha mencionado qué es el bautismo en 1:24-28
(23.) Se supone que Salim, el lugar mencionado donde estaba Juan, se encontraba a unos pocos Kilómetros, al Este del monte Gerizim, donde estaba Jesús con sus Discípulos. Ambos, por un periodo de tiempo estuvieron entonces bautizando cerca uno del otro, aunque en distintas regiones, realizando lo mismo, con la predicación posiblemente también igual: arrepentimiento de los pecados, y que el reino de los cielos se ha acercado (Mt. 3:2; Mt. 4:17).
(24) Juan (el bautista) fue encarcelado y ejecutado por causa de su predicación, en especial contra Herodías, esto está en Mateo 14:3 "Porque Herodes había prendido a Juan, y le había encadenado y metido en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano;" RVR60. No obstante, Juan el Bautista siempre se mantuvo fiel a Dios, posiblemente se menciona aquí esto sólo para una orientación en el tiempo al lector.
(25-26.) A algunos les llamó la atención que Jesús, quien fue anunciado por Juan el Bautista, ahora estuviera también bautizando y atrayendo gente a si mismo. Parece ser que lo vieron como una competencia al rito de la purificación. Es decir, surgió una discusión y recurrieron al primero que comenzó con este acto: a Juan el Bautista (Aunque parece ser que desde el punto de vista histórico no era un acto totalmente desconocido). Juan es muy claro como siempre en su mensaje y correcto.
(27-30) Comienza respondiendo a los que hablaban de Jesús:
"Nadie puede recibir nada si no se le ha dado del cielo. Vosotros mismos me sois testigos de que dije: "Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de él."El que tiene a la novia es el novio; pero el amigo del novio, el que asiste y le oye, se alegra mucho con la voz del novio. Esta es, pues, mi alegría, que ha alcanzado su plenitud. Es preciso que él crezca y que yo disminuya.(...)" Ev. Juan 3: 27-30 (Traducción Biblia Jerusalén)
Juan el bautista, continua afirmando la divinidad de Jesús, lo comenta a los que se acercaron a él posiblemente buscando la desaprobación ante el acto de Jesús. Un verdadero ministro, no está en competencia con otro ministro que esté cumpliendo la voluntad de Dios. Interpreto que comenta en primer lugar con la frase: "No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo" lo siguiente, que tanto Jesús (divino y humano) como él (sólo humano) hacen lo que le es dado por Dios (Padre), es decir, no hay ningún tipo de rivalidad, todo lo contrario son como amigos. Luego aclara Juan el Bautista que el importante es Jesús, en la comparación novio, siendo la "novia" la gente (la iglesia, los seguidores), Juan el Bautista es sólo como un amigo que se alegra de que su amigo crezca, y esté con la novia.
(30.) "El crezca pero que yo disminuya" La tarea de Juan el bautista era anunciar a Jesús, "preparar el camino para el Señor" (1:23). He escuchado mencionar este versículo muchas veces como en el sentido de que: "uno debe disminuir y la personalidad de Jesús acrecentarse en uno", o incluso algo así como comparando "lo carnal con lo espiritual". Aquí Juan habla de su tarea y de su fin, como lo indica el contexto, habla de su ministerio, en su caso puntual. Juan el Bautista no es sinónimo de carnalidad, o persona pecadora que debe menguar en su pecado. La aplicación correcta sería: el que debe crecer en las vidas es Jesucristo, no el ministro que lo anuncia, el que debe crecer en fama y gloria es Jesucristo. Así qué para mi nada que ver con que lo carnal tiene que disminuir y lo espiritual acrecentarse; y tal vez poco o nadaque ver con lo de la “personalidad”, uno va a ser como es siempre, eso no se cambia, lo que se puede cambiar es abandonar un pecado, pero la personalidad creo que no se puede cambiar, a lo sumo disfrazar algo como quien se tiñe el pelo de color, pero no más que eso. No obstante, por ejemplo cosas como ser violento, se cambian, cuando la violencia es un pecado, el pecado puede corregirse. Pero no es puntualmente de esto de lo que se está hablando en esta parte de la Biblia
(31-36) A continuación se amplía, afirmando lo dicho, realizando una comparación entre ambos ministerios: el de Jesús que es el que viene del cielo, y el de él (Juan) que es el testimonio de alguien que es de la tierra anunciando al que vendría del cielo (Jesucristo).
Relea 3:31-36.
(31-32) Jesús que proviene del cielo, Él, habla y dice las cosas que conoce por verlas y oírlas. Es la Palabra de Dios hecha carne fíjese en Jn. 1:7-14; Juan el Bautista es un siervo de Dios nacido "de la tierra". Luego, las personas terrenales aceptan los testimonios terrenales, "las cosas" del cielo les cuesta comprenderlas, incluso muchas es cuestión de fe. Hemos visto algunos casos, en que poco comprendían a Jesús (a Dios mismo viéndolo y hablando cara a cara). Por ejemplo tenemos a Nicodemo hablando con Jesucristo a quien le cuesta comprender la realidad del evangelio.
(33-34) Pero algunos aceptan el testimonio del que viene de Dios (Jesucristo), estos dan fe de que Dios es verdadero, como por ejemplo Juan el Bautista, y millones de cristianos de todo el mundo, incluyendo quien escribe. Jesús, el de la Biblia, es el Mesías anunciado y predicando el evangelio “las buenas nuevas”; Juan el Bautista es alguien que habla lo que Dios le ha dado; pero Jesucristo habla teniendo todo el poder, el Espíritu sin límites (v. 34).
Con estas respuestas queda seguramente claro a los que consultaban con Juan sobre el hecho de que Jesús estaba bautizando como él lo hacia:
(35) "El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en su mano." Jesús posee total autoridad.
(36) Insta a los que no creen en Jesús, el Hijo de Dios, a que lo hagan, a que crean para que posean vida eterna. La "la ira de Dios" resulta difícil de explicar brevemente ahora: Si tomamos como el dador de vida a Dios, tener vida eterna es estar con Dios; no estar con Él es sufrimiento continuo (aún después de la vida terrenal). Obviamente, la vida eterna lo alcanzarán aquellos que han creído en Dios y su palabra (Jesucristo). La cólera de Dios en primer lugar es la separación de la persona de Él mismo, el no conocer la vida eterna, por no aceptar el sacrificio de su Hijo. El castigo eterno ya se comentará en el momento oportuno, es descrita la separación de Dios en la muerte, como algo consciente que causa un gran sufrimiento, esto podría interpretarse como "la ira de Dios".
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