"¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?" La Biblia, Mateo 6:27.

Continuación del Estudio del Evangelio de Juan

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• Comentarios evangelio de Juan cap. 5 al 7.
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• Estudio avanzado Evangelio Juan 11 al 13.
• Comentario Evangelio Juan 14 al 16.
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Biblia, Estudio evangelio de Juan completo.

Escribe Javier R. Cinacchi en
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Última edición: 11 noviembre 2021
[Lectura: Evangelio Juan 10:17-21]

Milagros de Jesús antes y actuales en iglesia

(Para comprender bien este texto, además de leer el Capitulo 10 del evangelio de Juan, le recomiendo asimismo leer el comentario anterior. Estudio del Evangelio de Juan por el autor Javier R. Cinacchi.

Jn.10:17 Por esto me ama el Padre, porque yo pongo mi vida para volverla a tomar. Jn.10:18 Nadie me la quita, sino que yo la pongo de mí mismo. Tengo poder para ponerla y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre”.
Jn.10:19 Hubo división otra vez entre los judíos a causa de estas palabras, Jn.10:20 y muchos de ellos decían:
—Demonio tiene y está fuera de sí. ¿Por qué lo escuchan?
Jn.10:21 Otros decían:
—Estas palabras no son las de un endemoniado. ¿Podrá un demonio abrir los ojos de los ciegos?
RVA


(17-18.) Jesucristo nos enseña que el Padre, lo ama, porque da hasta su vida por causa de su voluntad (la del Padre, y de Él mismo), para volverla a tomar. Volverla a tomar habla de Jesús en su resurrección, y lo más probable era que en ese preciso momento los que lo estaban escuchando no lo comprendían. No obstante es testimonio, de que Él, Jesucristo, sabía todo lo que iba a ocurrir y voluntariamente lo aceptaba. Nadie podía quitarle su vida de su cuerpo mortal, si Él mismo no lo permitía. Ahora si bien nosotros no tenemos el mismo poder que Jesucristo tiene, pues Él es Dios, y las personas solamente tienen la posibilidad de ser hechos hijos de Dios, pero no ser como Dios mismo, así como ocurría con Jesús. Nosotros también podemos dar de cierta forma nuestra vida. Esto se vio un poco ya en la lectura anterior del estudio Evangelio de Juan.


Por ejemplo,
Si horas una hora a Dios, para alabarlo o pedir por otras personas; estás dando parte de tu vida (aunque sea una hora). Si das una ofrenda en dinero de horas laborales para el mantenimiento del templo o la predicación del evangelio, sin esperar nada a cambio; estás dando parte de tu vida. El que hace mucho bien a los demás, en el nombre de Jesús (Mr. 9:35-37; Mr. 9:41), está dando parte de su vida a los demás. Más aún incluso desde simplemente dar un vaso con agua a otro hijo de Dios que tenga sed, cuenta. Si da con puro corazón, y en el nombre de Jesús; el Padre lo ama. Y un caso extremo también son los mártires, que antes de negar a Jesús como el Hijo de Dios, prefieren morir, dar totalmente su vida (Hay muchos ejemplos en la historia del cristianismo, el primer mártir que está registrado en la Biblia fue Santiago en Hechos 7:51-60). Pero atención Dios está en contra del suicidio, o hacerse daño; son cosas muy distintas el mártir a causa de persecución por el evangelio, y el buscar la propia muerte metiéndose por ejemplo en donde Dios no lo mande, Dios quiere que usted tenga vida.

(19-21.) Cuando se habla de todas estas cosas, suelen impactarles a los que no creen en Dios, o en Jesucristo como el Hijo de Dios -pudiendo recibir adoración incluso como el Padre, y Espíritu Santo, Jesucristo; luego nadie más puede sin entrar en idolatría-. Entonces unos hablaban mal de Jesús, y otros no; Jesucristo impacta y mostró grandes señales. Esto también ocurre actualmente, por ejemplo: algunos se burlan o hablan mal de la iglesia evangélica. Pero en muchas iglesias evangélicas fieles seguidores de Jesucristo ven a lo largo de sus vidas el poder de Dios manifestándose, es decir milagros. Y cuando digo milagros, digo milagros de parte de Dios (acción creadora de Jehová), no sugestión, o cualquier otro medio.

Más adelante dice que los que no creen, es que no son de las ovejas del buen pastor (Jesucristo); no obstante algunos que antes lo perseguían luego se convirtieron y creyeron a él, por ejemplo esto se dio con Saulo al que luego llamaron Pablo. (Hechos 8:1; Hch. 9:1-25; Hch. 13:9).