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¿Porqué Dios no me sana?

Escribe Javier R. Cinacchi en
https://www.estudiargratis.com.ar/estudios-biblia-cortos/porque-Dios-no-me-sana.html
Revisión: 29/11/2021

(Escribe Javier R. Cinacchi, por ahora dueño de Estudiargratis.net hace unos veinte años, tienes sección estudiar la Biblia, puedes compartir esto con el pdf.)

Esto es un tema que podría ser motivo para un libro entero, y está destinado a creyentes, cristianos de años, que se pregunten algo así: “¿Pero si yo creo en Jesucristo, y él dice que todo lo que pida en su nombre, él lo hará, porqué no me sana?” (Jn. 14:13) Hay varios versículos que nos dan pie para pensar de que si pedimos, tenemos que recibir, tomémonos de una historia:



Mt.17:14 Cuando llegaron al gentío, vino a él un hombre que se arrodilló delante de él, diciendo:
Mt.17:15 Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua.
Mt.17:16 Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar.
Mt.17:17 Respondiendo Jesús, dijo: !Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá.
Mt.17:18 Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora.
Mt.17:19 Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera?
Mt.17:20 Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.
Mt.17:21 Pero este género no sale sino con oración y ayuno.
RVR60

Notemos que hay dificultad para los milagros de sanidad, los discípulos no pudieron sanar a un muchacho, y lo trajeron a Jesús, resulta que tenía un demonio, y el Maestro nos dice: “Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.” Mt.17:20. Permítaseme un texto más que creo es clave:

Mt.9:35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Mt.9:36 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.
Mt.9:37 Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.
Mt.9:38 Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.
RVR60

Bien... ahora intentaré ser breve, porque cómo lo digo hay tema para un libro entero. La pregunta: “¿Si creo porqué Dios no me sana?” Puede haber distintas causas, pero supongamos que la persona que se lo pregunta ya es un siervo de Dios, que sabe, y aplica el orar por milagros, y hasta el echar fuera demonios, pero de golpe se encuentra con un lucha que no está pudiendo ganar.

Podemos rendirnos o pelear más fuerte. Pero atención, aveces puede ser lo mejor asumir, y otras pelear, hay que tener discernimiento espiritual. Te comparto ahora un caso, yo sé del poder de Dios y de que hace milagros, pero tengo una debilidad en mi cuerpo: la dentadura. Tiene arreglos sobre arreglos, y literalmente ya se me parten los dientes de tantos arreglos, y las muelas de juicio ¡uff! Qué fastidio, lo resumo de este modo: ¡qué fastidio! Hace pocos días me cansé, me estoy apartando horas para ganar esa batalla: que Dios sane mis dientes, los que me quedan, y me cree nuevos que no tengo, y repare los rotos, literal.



La primera vez que ore y no pasó nada, que oré una hora por tal sanidad, me desilusioné. Pero yo creo en Dios, y sé que él hace milagros, he visto varios, me es indudable. La sigo peleando, si Dios me sana a mi o no ¿Es relevante para tu vida? ¿Hemos oído ya cuántos milagros de sanidad? Dios sana, pero sin embargo la gente se muere, no conozco aún un cristiano de docientos años, aunque en la Biblia hay personas que vivieron mucho. Yo te motivo a que tengas fe, sin exagerar. Y quiero mencionar una realidad -ajeno a la causa de la enfermedad-, de repente nosotros buscando un milagro. Es como que en primer lugar siempre habría que haber estado orando y buscando del poder de Dios siempre, no solo cuando nos sentimos sin salida. Intenta, cree, y busca soluciones razonables, algo irrazonable por ejemplo es hacer un tratamiento extremo dónde haya alta posibilidad de quedar peor que antes. Un tío mio se operó de la columna, le pusieron no sé qué ahí, tornillos de acero, no sé… lo que sé es que estuvo peor, él no era creyente hasta dónde sé, y se arrepentía de tal tratamiento extremo luego. Digo que pienses bien, y ores con fe, y si no va, ten paz, no te arruines también la cabeza o el corazón, porque el Eterno decida algo, aveces su respuesta notoria es: “si”, aveces “no”, es el ejemplo de que no he encontrado aún a un cristiano de doscientos años.

Puse el texto de que los obreros son pocos, porque creo que en parte nos pasa esto. Nos pasa que buscamos a Dios fuertemente solo cuando ya estamos pésimo, y no logramos recibir porque nuestra fe no alcanza. Interprétese “fe”, como todo lo que engloba la fe, no solamente creer en la salvación y en la divinidad de Jesús, ahí también está el poder de Dios. Han habido campañas evangélicas donde todos eran sanos, porque el predicador ya estaba muy desarrollado en la fe, y no es que oraba solo ahí, temeroso de si Dios le respondería o no... ¿Se me comprende? Si queremos recibir de Dios todo, tenemos que tener una vida acorde. Y gracias demos a el Poderoso, que realmente mucho nos ayuda. Y bien harías si en ves de mirar una película o jugar a un video juego horas, oras horas por día. Porque estate seguro que el día que te pase algo te gustará que Dios te responda, y mejor incluso cuidar las bendiciones, si estás sano, igual pídele que te cuide, y cuidate. Batalla hermano, no sé quizás miles lean esto, y algunos alcancen bendición, y otros no, hacer la oración al Padre en el nombre de nuestro Salvador, el Hijo, Jesucristo, quien es el camino, y la puerta, y la verdad, y la vida, y pedir llenura del Espíritu, aparentemente la mayoría de los milagros suceden cuando hay mucha presencia de Dios ¿obvio? Es decir donde está el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo.

La oración es algo así como el entrenamiento del boxeador, que se medirá en el ring unos minutos, pero el resultado de esos minutos, opino que viene influenciado por la ayuda de Dios y su entrenamiento (la oración, estudio de la Palabra, y aplicación), que incluso tal entrenamiento puedo haber estado influido por Dios mismo, el Poderoso puede guiarte en el cuidado de la salud, a mi me guió. Por ejemplo, mi padre tuvo varices de pequeño, yo de adolescente comencé con dolor en las piernas persistente, fui al médico, y al que fui me dijo: es principio de varices, te voy a dar un remedio para la circulación. Salí corriendo de ese médico, y comencé a hacer más actividad física para mejorar la circulación sanguínea, pasaron más de veinte años y no tengo varices, aunque sigo haciendo actividad física importante casi todos los día.

En fin, ora batallando, creéme que la oración del justo puede mucho (Snt. 5:16), te aliento a que ores todos los días. Y cuando un día tengas que orar por un enfermo, seas tú, o sea otra persona el necesitado, que ese reto te agarre estando bien entrenado y puedas vencer. Y si me lees, y no estás bien “entrenado”, igual intenta, Dios es grande en misericordia. Y si no lo lograste y tu discernimiento te dice de seguir intentando: ¡Pues hacelo! ¿O serás tan tonto que colgarás los guantes y te irás a emborrachar o a perder el tiempo en lo que de nada te será esperanza? Aveces incluso en su misericordia Él nos contesta a último momento, como un entrenador que te dice: “¡vamos una serie más, vamos dos repeticiones más, unooo, dooos... dame tres, dame tres!”



...Y el mismo concepto es válido para todas las áreas de la vida. ¿Cuánto tiempo le dedicas a tus hijos, trabajo, matrimonio, iglesia, estudio, etc.? Hermano, hermana, si eres joven y lees esto: nunca bajes los brazos, el tiempo pasa, y no es lo mismo un soldado de Cristo entrenado, que uno que se la ha pasado tocando la guitarra, o durmiendo y charlando por alguna red social (no digo que sea pecado, pero ¿en qué invertimos todo nuestro tiempo?). El Eterno te aseguro que te recompensará, quizás tu ni cuenta te das... pero sí que lo hace. Basta de tantas palabras, y buscar explicaciones, si tienes que orar ve a orar, y si ya lo hiciste, ten paz y disfruta. Uno no entrena ocho horas de golpe, el que puede entrenar / pelearla ocho horas es el que ya está entrenado de antes y manteniendo el ritmo. Generalmente uno comienza con una a dos horas. Por eso pongo énfasis en orar al menos una o dos horas por día, no es un acto de orgullo, no lo digo para que andemos viendo quién puede orar más tiempo. Es que no me vengas con quince minutos mientras te tomás un café, o escuchás música de fondo. Se han mencionado distintos temas, tal vez tengas que repasar los conceptos planteados aquí varias veces, por último te menciono qué

“El que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.” Gal. 6:8
“Fé como un grano de mostaza” Mt. 17:20
“Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios” Jn. 9:3 (Aveces, aunque no guste, las enfermedades, nos son más útiles que estar sanos, aunque obviamente que no siempre es así, resalto aveces. Hasta a Pablo le pasó: 2 Co. 12:8-10.)

Me gusta pensar que un grano de mostaza es algo muy pequeño, pero que se puede volver un gran arbusto que a su vez da muchos otros granos, y es una planta que crece en muchas zonas, se puede volver bastante fuerte. Como que uno comienza con una fe pequeña, pero si persevera, eso puede dar mucho fruto. Por otra parte si te la pasas charlando, mirando videos, descansando, o trabajando de más, esas cosas no son el grano de mostaza. Apartate a orar enserio, mínimo una hora por día, motivos de oración tenemos para orar mucho más que eso. Herman@, te bendigo, eres importante.



PD. Escuché algunos testimonios, y los hay en la Biblia también, en que los milagros suceden no al instante en que uno ora. Ejemplo un niño había sido totalmente roto un lado de su cara por golpearse. Este testimonio lo contó un pastor de confianza que conocía a la madre, y oraron mucho por él, creo que pasó más de un año, lo iban a operar para ponerle una plaquita y que el hueso se reconstruya de apoco, y fue sanado de repente en la camilla, minutos antes de que lo operen. Le preguntaron si había sentido algo, el niño dijo: “Nada”, pero de repente tenía toda su cara bien. Por otra parte, en la pandemia, hay cristianos que han muerto por coronavirus, no es que el cristiano es intocable por problemas, pero hay esperanza.