Leer la novela online: El Grupo de los Diecinueve Jóvenes y la Primer Puerta.

Es la página 92 del libro.
—Fuimos a Lujan, tu padre y yo cuando aún éramos novios. Ahí comenzó todo. Suelen andar por ahí, o al menos lo solían hacer -no sé ahora-, algunos gitanos. Estábamos comiendo cerca del Río Lujan, en el parque, cuando se acerca una anciana gitana con su hija acompañada de una tercera mujer.

Pensamos querían adivinarnos el futuro por dinero o vendernos algo. Al ver que nos miraban mucho, le dijimos “no gracias”. Pero la gitana dijo: “Sino fuera porque me mandó el jefe de familia, no te daría esto muchacha, es muy valioso para mí. Te juro que es más valiosa que su peso en oro, plata o piedras preciosas, cuidado.” Sin decir más nos dejó un collar y se marchó.

La madre de Marcos saca de la caja un pequeño collar con una cadena de plata, y una piedra en forma de moneda rojiza. Posee caracteres jeroglíficos grabados en ella, no egipcios.

—Fue extraño —continua la mamá de Marcos—. Cuando extendí mi mano para agarrarla, al tocar la piedra cambió su coloración a oscura. Nos pareció linda, me agradaba y la usé. De vez en cuando se volvía color blanca o incluso de otros tonos. Hasta que decidimos esconderla.

—Los gitanos —interrumpió el papá de Marcos, ante una pausa de su esposa—. Son un pueblo nómade muy antiguo. Estuvieron y aún siguen, grupos en India y en distintas partes del mundo como ser España y Egipto… Poseen una cultura muy fuerte e incluso creencias y un idioma propio. Se manejan por un sistema patriarcal y valoran mucho el respeto a la palabra dada. Han recorrido mucho, se dedican al comercio desde años atrás, muy atrás. Tal vez la consiguieron así o pudo haber sido realizada por alguno de ellos, ya que también son artesanos. Esa piedrita en forma de moneda, puede haber sido pasada de generación en generación y venir de cualquier parte del mundo.

—Y te da sueños extraños —añade la mamá de Marcos—. De hecho no dejé de soñar con el lugar donde luego fuimos.

Marcos agarra el collar por la cadena y comienza a cambiar lentamente a rojo. Cuanto toca la piedra, ésta, súbitamente se vuelve color rojo fuego. La observan en silencio. Marcos se pregunta si será otro objeto de los que habló El Anciano. Siente que su destino es seguir adelante, que no hubo casualidad alguna en todo lo que le ha ocurrido a él y a sus amigos. Incluso se siente privilegiado.