Leer la novela online: El Grupo de los Diecinueve Jóvenes y la Primer Puerta.

Es la página 68 del libro.
—En fin… —Observó un instante, uno a uno, dándose cuenta en ese momento que todos lo miran demasiado atentamente. Poniéndose más nervioso aún, continúa:— En realidad: en principio...

Vuelve a estar en silencio y comienza a mirar un papel que posee.

—¡Dale hablá! —grita Juan.

—Bueno, este es el reglamento. Al que no le guste lo dice, porque sino lo dice, al final hay que firmar conformidad, y no hay vuelta atrás. —Lee ante la mirada de todos:

Seremos amigos, lo que significa no pelearemos entre nosotros. Todo conflicto se hablará, incluyendo el irse del grupo para pasar el anillo al que quede. Como en principio somos veinte y hay diecinueve anillos, no se buscará a un nuevo integrante si uno decide alejarse. Entregará su anillo al que no lo posee, es distintivo de ser parte del grupo. No seremos menos de diecinueve, porque somos El Grupo de los Diecinueve Jóvenes. Los anillos no se pueden vender ni perder. Si alguien lo pierde, deberá hacerse uno igual, incluyendo la parte interna del mismo. Si no puede comprarlo se le ayudará.

La idea es, estemos juntos. Se pide que esté en contacto y participe del evento especial de cada año. No obstante, si le deja de interesar el grupo, le pedimos por causa de la misma amistad que nos une, sea sincero. El hecho de que alguien se aleje y no sea más uno de los diecinueve, no significará que nos enemistemos con él; aunque sí significará, no podrá participar del evento especial.

Todos ayudarán al que tenga un problema, como si fuera un hermano o hermana, como un verdadero amigo o amiga. Hay libertad de pensamiento, no obstante no se admite nada moralmente incorrecto. Esto es porque nos afectaría a todos. No se puede expulsar a alguien si no están de acuerdo todos los demás integrantes del Grupo de los Diecinueve Jóvenes. Se intentará siempre, los que formamos este grupo de amigos, estemos en contacto, no quedando alguien de lado o sea menos estimado. No se permite que uno sea burlado constantemente, o rechazado sin motivo. Buscamos hacer cosas distintas siempre, tan sólo, de ser sanas y no violen leyes.