Leer la novela online: El Grupo de los Diecinueve Jóvenes y la Primer Puerta.

Es la página 78 del libro.
—Chicos yo quiero estar con ustedes. Creo que será mejor —dijo Flavia y añadió en chiste:— ¿Tal vez nos convirtamos en los diecinueve especiales héroes argentinos? ¿No era que queríamos hacer algo distinto? A veces la vida contesta de formas extrañas… ¿Me devuelven mi anillo por favor?

—Sí claro —dice Juan—. Pero... ¿Te lo volverás a poner? Pregunto de curioso, igualmente te pertenece. Ya sabes todo lo que acordamos. Todos contentos de que no dejes de ser parte.

—¿Y por qué no? De hecho, observo a todos los que tienen uno, teniéndolo puesto… ¿Están tristes, miedosos, y lo usan igual?

Nadie le contesta. Juan le da el anillo y Flavia se lo vuelve a calzar en su dedo. Piensa, ya no sería la misma por más que no lo tuviera. Siente, algo había cambiado en su ser. Flavia dice luego de una pequeña pausa y de un suspiro.

—Mientras no tenía el anillo nada cambió. Lo único que cambió era que estaba triste por haberme alejado de ustedes. Espero seamos amigos por siempre, pase lo que pase. Hace meses que entre algunos nos conocemos. Sin tener el anillo jugué durante horas haciendo mover hojas secas en mi jardín, y ramas de los árboles. Cuando el viento soplaba, las hacia mover opuestas al viento, pero impulsadas por él mismo… Se veía y sentía tan emocionante.

—Yo me voy chicos —dice Carmen y añade ante unos cuantos “¿Por qué?”, “No, quédate”, “Segura?— Es obvio. A mi no me pasó nada de lo que a ustedes, nunca me puse uno de esos anillos. Todo esto estuvo raro desde el principio y la verdad voy a aprovechar el no haberme tocado mi anillo para alejarme. Al menos antes que me comiencen a pasar las cosas que les están ocurriendo. Les deseo lo mejor. Pueden contar conmigo si los puedo ayudar con algo… Pero me voy. No quiero terminar envuelta en nada extraño ¿Qué dirían mis padres?

Carmen saludó apenada, avanza un poco, da media vuelta y vuelve a saludar con un movimiento de la mano. Mientras se marcha lentamente todos guardan silencio. Algunos miran hacia abajo, otros miran la figura de Carmen que se aleja.