"El amor como principio, el orden como base, el progreso como fin." Auguste Comte.
Leer la novela online: El Grupo de los Diecinueve Jóvenes y la Primer Puerta.
Autor Javier R. Cinacchi
Es la página 79 del libro.
—La verdad, hace bien —comenta Mónica incómoda por tanto silencio. Añade:— Nos estamos volviendo un tanto raritos. ¿Quién se va? ¿Quién se queda?
El silencio fue roto con la respuesta de cada uno: los diecinueve se quedan en lo que ahora sin dudas es el Grupo de los Diecinueve Jóvenes. El silencio se prolongó, cada uno piensa en su interior. A algunos le habían ocurrido cosas raras pero a otros no tanto, tan sólo sus anillos cambiaron en la parte interna luego de pincharles apenas el dedo, aunque tal vez algunos ocultan algo...
Estaban confundidos. No saben si alegrarse por cosas nuevas que ahora pueden hacer, o entristecerse por ser distintos. Por cierto, no se veían malas las habilidades si no se las utilizaba mal, y de cierta forma cualquier objeto se lo puede usar bien o mal. Filosofaron un poco sobre el tema. A veces dudo de si uno tiende o no, siempre a conformarse. Es más fácil aceptar lo impuesto que intentar un cambio. Y dicen los sabios de muchos años ¿Quién puede revelarse a lo que será su destino? Por eso siempre repetimos, ante la adversidad: fe en el Creador, que si se hacen bien las cosas de algún modo las cosas irán bien, aunque uno termine muerto como los valientes guerreros, se vivirá.
—Opino, la creatividad que todos poseemos —reflexiona en medio de la charla Mateos—. O hasta facultades como el habla. Aunque obviamente son virtudes naturales, pueden llegar a ser todo un talento, acrecentado… Entonces, uno se hace un poco distinto de la mayoría. Algo tan simple como el habla o la escritura, o el dar consejos, puede utilizarse de forma correcta o incorrecta. Con las palabras, se puede influenciar a muchos. Misteriosamente, hemos desarrollado habilidades, no son comunes que sepamos. Si somos éticos, en realidad deberíamos alegrarnos por una virtud acrecentada. Esa es mi opinión.
Sin excepción en el grupo, nadie se sentía enfermo, pero comenzando todos a notarse distintos. Sin quererse apartar unos de otros, sintiéndose más seguros y comprendidos entre semejantes ¿Por qué cargar con el peso del secreto, si en un grupo de verdaderos amigos se puede hablar libremente? Ser comprendido, ayudarse, y no sentirse solos es algo que a todos nos gusta.
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