La buena literatura suma inteligencia
Leer la novela online: Novela "EL Grupo de los Diecinueve Jóvenes 2" Separados en Esferas Lejanas.
Autor Javier R. Cinacchi
Es la página 66 de la novela.
La segunda vez llegó a comprender que la única forma de variar algo era cumpliendo con la lista. Pensando en el pueblo dedujo: “si cumplo no me caerá un meteorito en la cabeza, ni terminaré en la nada”. Pero no lo hizo, sino que atravesó la puerta al dudar en su corazón, y volvió a repetírsele aproximadamente la misma historia, hasta dejarse vencer nuevamente por Sueñosreales.
No supo luego cuántas veces llegaron a transcurrir, de las que decidió no hacer daño aunque por ello debiera sufrir. Pero un día llena de furia, de fastidio, y con dolor de cabeza, decidió enfrentar a Sueñosreales.
El meteorito estalló en el aire. Pudo disipar las tinieblas que la rodeaban, pero al hacerlo una espada atravesó su corazón.
Nunca dañó a una persona del pueblo, porque no sabía si lo que vivía era realidad o sueño.
…
Noemí se encuentra sin ver ni sentir nada salvo oscuridad y su cuerpo. Se mueve en la nada, sintiendo sensación de hambre. En medio de gran silencio escucha sólo su respiración. Aumentándosele sus nervios dice en voz alta:
—¿Dónde estoy? ¿Qué hago? —Y al rato añade ¿Por qué me haces esto?
Y lloró amargamente. Volvió a sentir la paz del tiempo, y a sanarse, una vez más. Intentó distintas alternativas en la esfera de los tranquilos, que descubrió era real. Pero nunca hacía daño a alguien, llegó hasta incluso a conocer y a aprender a disfrutar de las alegrías y actividades que realizan a la perfección. Es decir, llegó a entenderlos, y no encontró en ellos justificado mal para cumplir con la lista. Sin embargo nunca aprendió su idioma.
También cada vez mejoró más en las batallas que tenía con Sueñosreales, llegó a poder prevenirse de cualquiera de sus movimientos. Si este hacía aparecer un meteorito que la iba a impactar, Noemí lo transformaba en un satélite, o entre Sueñosreales que se lo tiraba y ella que lo frenaba, terminaba haciéndose polvo.
Es la página 67 de la novela.
Llegaron a pelearse con fuego, aire, tierra, rocas, metales afilados, vacío, animales, viento, y cuantas creaciones extrañas pasaron por sus mentes. Hasta que sus fuerzas llegaron aproximadamente a ser iguales. Estaba combatiendo Noemí contra dragones defendida con sus águilas de luz, esquivando relámpagos, cuando Sueñosreales se fue enojado, luego de que le impactara un tomate en la cabeza.
Pero Sueñosreales podía mandar a Noemí a la nada, aparentemene en cualquier momento. Noemí comenzó a dudar de la realidad de tal mundo. No logró articular tal pensamiento antes que terminara nuevamente en el principio, pero pese a que el principio era siempre semejante, ella se iba sintiendo distinta y veía en la esfera cosas distintas.
Noemí se encuentra sin ver ni sentir nada salvo oscuridad y su cuerpo... pero en su interior se había formado una luz que la ilumina, la fortalece, no siente más nerviosismo, valora todo lo bueno, y le desagrada lo malo, sin lugar a dudas.
De vez en cuando soñó con estar junto a Cristian disfrutando poemas. Pensó incalculable tiempo en él y alimentó su amor por él.
Cuatro veces más se repitió aún aproximadamente todo. Pero la última Sueñosreales le dice:
—Ya no le soporto.
—¿Eso significa que me dejarás en paz? Dice Noemí.
—Sí, hasta aquí llegó mi paciencia. Supongo ya lo sabe todo, este mundo no existe.
—¿Tan fuerte eres?
—En realidad lo creaste tú, Noemí. Aunque yo influí. Usted tiene una habilidad muy peligrosa. Comprenda que enojada, o no empleando un juicio correcto puede hacer mucho daño.
—Nunca haría daño a nadie. Ya déjame ir a algún lado.
—Estás en este momento durmiendo en una esfera que a ti te resultaría muy extraña. Te enviarán de regreso a la de los guardianes, allí despertarás. Quiero que estés el tiempo necesario cerca mio, como para estar seguro que no serás un peligro, o quedaste media loca. Las pruebas terminaron, pero la realidad muchas veces es peor. Lamento tenerte que hablar así, pero es necesario. No sería extraño que algún día seas tú la que tengas que hacer esto con otro.
Es la página 68 de la novela.
—Comprendo.
—Me alegra de que hayas pasado la prueba. De no haber sido así hubiera sido un problema. En el libro que más me gusta de ustedes, tienen... leí que alguien admirable dijo algo así: “al que mucho se le da, mucho se le demanda”. —Con estas palabras se despidió Sueñosreales de Noemí de forma afectuosa. Ella le dio un abrazo llorando.
(En una lejana y extraña esfera para los humanos, llena de extrañas edificaciones, y seres nada semejantes. Llevaban a Noemí a atravesar la puerta, para su regreso a la esfera de los guardianes.)
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