Leer la novela online: Novela "EL Grupo de los Diecinueve Jóvenes 2" Separados en Esferas Lejanas.

Es la página 38 de la novela.

CAPITULO 3

Otra vez juntos

Es difícil aparecer de repente en un mundo extraño, y en medio de una tormenta, incluso para Esperanza. Y más aún cuando de repente y sin previo aviso se pasa, de estar al atravesar una puerta, de un tranquilo bosque a una feroz batalla de la naturaleza.

La lluvia cae con tanta fuerza, que parece se está peleando ésta contra lo sólido ganándole. El viento acompaña con su conmoción, con clamores de aire vibrando, resonando, en las cuerdas bocales del mundo a la cual estremece. Esperanza mojada y embarrada se pone en pie asustada, con una agitación que comienza a sentirla en su corazón, aún antes de dar un solo paso. Trémula en medio de la oscuridad, con un pequeño grito de miedo se mueve apresurada. Nada ve a su alrededor, más allá de unos pocos metros, hasta que al instante un relámpago ilumina.

Alcanza a ver que está rodeada de rocas y árboles, y luego se da cuenta está en medio de formaciones rocosas. Allí abandonada está tal puerta. En una amplia formación natural entre rocas, árboles, y el suelo cubierto de agua embarrada; prácticamente a la intemperie.



Es la página 39 de la novela.
Quizás podría Esperanza en tal situación frenar la tormenta que la envuelve, pero opta por resguardarse al amparo de una cavidad en la roca, con su espalda contra ésta. Pese a ser Esperanza, estaba shockeada. Estando agitada intenta entender su situación no esperada, a su alrededor la luz de la puerta y destellos de relámpagos. Hay aberturas entre la roca; hacia arriba nubes oscuras y la lluvia. Por aberturas se ven arbustos y árboles; a lo lejos por una se observa lo que parecen ser montañas. Truenos resuenan, Esperanza tiembla de frío, siente hambre, tiene miedo de estar sola allí, pero mira al cielo y cesa la tormenta lentamente por sobre su cabeza, aunque no el viento. Agitada susurra:

—¿Qué hago aquí?

—Me gustaría saber lo mismo.

Reconoce la voz de Pablo, y lo busca con la mirada sin encontrarlo en la oscuridad.

—¿Pablo?

—Sí, ahí me acerco a la puerta para que me veas. Con la tormenta no vi que estabas.

Al ver la silueta de Pablo, embarrado al lado de la puerta, se acerca a él. Se sacan un poco el barro como pueden, al rato llega David.

—Al menos paz no nos va a faltar— bromea Pablo al ver a David tambaleándose intentando no caer de cara al agua sucia—.

Se acercan a tenerlo. Es así como con música de retumbantes truenos, estos tres amigos del Grupo de los diecinueve jóvenes, llegan sin ningún tipo de afectuoso recibimiento a extraño mundo.

—Chicos, les aviso que no sé cuánto podré detener la tormenta, en este momento la tenemos a nuestro alrededor, y está muy fuerte—.

—Genial —Dice con ironía Pablo—.

—¿Así que estamos solos en medio de esto? —Pregunta David—.

—Hasta ahora eso parece —Le responde Esperanza y añade:—gracias por la Paz David.

—De nada —Le responde David, y añade:— Veo que vamos a tener que esperar a que salga el sol. Espero que no estemos en una zona donde las noches duren años...