Leer la novela online: Novela "EL Grupo de los Diecinueve Jóvenes 2" Separados en Esferas Lejanas.

Es la página 71 de la novela.
El Señor del olvido avanza hasta apenas donde le da la luz.

—Algunos de nuestro grupo de los diecinueve —Dice Flavia—, fueron atacados por ustedes.

—Es cierto. Pero lo que no saben es que nunca pensamos en dañarlos. Solo probarlos y acercarnos, incluso han querido hablar con ustedes, pero no salió bien. Si no fuera así ahora no estaría hablando con ustedes.

—Somos todo oídos —dice Juan—.

—Nosotros únicamente queremos destruir algunas puertas. Muy pocas. Y poner un control más estricto y organizado para que no pasen seres fácilmente de una esfera a otra. Es más, a nosotros que algunos guardianes nos llaman sus enemigos, nosotros los llamamos a los guardianes nuestros amigos; pues cuidan las puertas. El problema viene cuando no nos dejan algunos de ellos pasar por alguna de ellas... Y nosotros salvo en una única esfera dejamos que pasen ustedes por cuantas quieran, e incluso que se instalen al lado. Sueñosreales, creemos es el menos accesible de comprender que no somos sus enemigos. Es irónico pero siendo sabio y estando al lado de uno de los más sabios, El Anciano, ni aún así quiere la unidad y prefiere pelear. Para peor valientes guardianes lo siguen, prácticamente estando bajo sus órdenes.

—Esto que planteas es muy extraño —Interrumpe Juan—. ¿Cómo puede ser que siendo tan sabio como parece ser, no quiera la paz, o esté equivocado? —El Anciano suponemos que desea con tal elección, de que habiendo estos conflictos que ocasionan que no nos unamos, provocar una mayor libertad y competencia por tener las puertas. Lo que quiero hacerles ver a ustedes, es que no queremos ni destruir las puertas ni sacarles los objetos especiales, como suele decir El Anciano relatanto una antigua historia. Es decir no tenemos que estar matándonos.

—Pero nos han enseñado lo contrario —dice Sabrina—. Además cómo sabemos que realmente es cómo tú dices.

—Eso mismo opino —añade Juan.

—El Anciano suponemos no sabe que los del olvido hemos sido avisados de ustedes. Los hemos probado y de cierta forma cuidado algunas veces también.

—Sinceramente me cuesta creerlo —Dice Cecilia—.



Es la página 72 de la novela.
—En breve les demostraré que puedo vencerlos a los cuatro juntos. Si puedo vencerlos, y les estoy diciendo que soy de los que llaman los guardianes, un señor del olvido. Y notan que no destruyo nada, lo que les pido es que se lo digan a sus compañeros. Y de algún momento pasar por alguna puerta un señor del olvido, u algún ser, pues no lo ataquen si no los ataca a ustedes. ¿Acaso no es esto justo?

—Creo que sí —se adelanta a decir Juan. Añade: —¿Pero si nos pregunta algún líder qué le diremos?

—¿Acaso hablaré yo por ustedes ante sus líderes? ¿O quieres pasarte a nosotros? Sepan que entre la mayoría en realidad nos consideramos todos guardianes. Les repito una vez más, los que queremos el olvido solo lo queremos de algunas puertas muy específicas, que en la práctica solo han salido cosas malas de ellas. Por ejemplo en el mundo Xantslaé, la puerta está custodiada por dos guardianes de los de ustedes. Pero hay unos animales pequeños venenosos que se multiplican en gran manera, éstos llegaron a otro mundo por la puerta, y lo está arrasando. Dos guardianes de los nuestros decidieron combatir por tal error, antes eran tres los que protegían tal puerta de los de “ustedes”. Ahora son dos, murió uno de ellos y dos de los nuestros; y un mundo casi indefenso sigue arruinándose... Podríamos juntarnos veinte, vengarnos, y destruirla ¿Quién sabe si no vuelve a ocurrir tales errores? Pero nadie quiere una guerra entre nosotros, todos perderíamos. El problema es qué pasará por ejemplo en mil millones de años... hay puertas que hay que destruirlas. Sin embargo no nos juntamos y atacamos para no ocasionar una guerra entre dos grupos de guardianes. ¿Y no les resulta raro que en tal esfera problemática estuvieran protegiéndola tres guardianes que sin revelarlo eran muy fuertes? Después de lo ocurrido nos preguntamos si Sueñosreales no sabe cada habilidad que tendrá cada uno de ustedes, aún antes de que la tengan... ¿Y qué será lo que realmente quiere?

—Te comprendemos, pero no podemos prometerte nada de apoyo. Incluso nuestras decisiones no son del todo... Libres... —Dice Juan.