Leer la novela online: Novela "EL Grupo de los Diecinueve Jóvenes 2" Separados en Esferas Lejanas.

Es la página 64 de la novela.
Pequeñas casas, con pequeños terrenos sembrados. Si pronunciaba un nombre de los de la lista, se dio cuenta, la gente le prestaba un poco de atención como queriéndola ayudar. Por curiosidad comenzó a realizar esto. Hasta que alguien repitiendo el nombre entre palabras inentendibles para ella, le señaló hacia una dirección. Preguntando a varios llegó hasta una casa, y una mujer llamó con tal nombre a un hombre. Noemí dudó de ella misma al llegar tan lejos, al encontrar al dueño de uno de los nombres de la lista.

Este hombre, luego de no comprender que quería Noemí, dijo algo con la mujer; la mujer gritó algo, y un niño le trajo una fruta al hombre, y esté se la regaló a Noemí mostrándole una sonrisa. Noemí se la agarró y se alejó unas casas a llorar. Según su lista debía enloquecerlo.

Lo espió, hasta incluso lo molestó, y en varios días no vio ninguna mala respuesta de parte de tal gente, era un matrimonio con dos hijos, trabajador y divertido al momento de la diversión. Se juntaban a tal fin dos horas por día. Incluso comenzaron a dejarla dormir en su casa y a enseñarle a trabajar en su pequeño campo, a compartir con ella alimentos...

Pasó como un mes y ya hasta se sentía cómoda allí. Sueñosreales se le presentó en sueños y le preguntó:

—¿Por qué tarda tanto? Otro tendrá que ir, y cumplir con tal misión, incluyéndole a usted.

—Pues tendrán que pelear también contra mí. No dañaré a inocentes.

—¿No se da cuenta de que no tiene opción de ganar, y que en realidad hace mal?

—No estoy de acuerdo con lo que me pides, y no me importa de que seas más fuerte que yo. No haré algo malo, bajo ninguna condición.

—¡Ja! Le haré un favor, iré yo.

Noemí se estremeció, y abandonó los sueños de esa noche conmocionada.

Intentó al día hacer que se marcharan los habitantes de tal casa -sin usar de su habilidad especial-, pero no pudo conseguirlo. Luego solo consiguió que enojados la echaran.



Es la página 65 de la novela.
Cansada, los obligó a marcharse con su mente. Luego de dos días volvieron. Al hacerlos pelear entre ellos, se disculpaban y se iban a descansar como si nada hubiera pasado. Cada vez Noemí estaba más nerviosa y con miedo al paso de los días. Solía estar en el techo de la casa, aguardando lo peor. Al despertar un día se encontró con Sueñosreales, quien la miraba despertándola con su presencia, le dijo.

—Míreme, aquí estoy. Si pelea contra mí perderá, si me suplica nada ganará. Cumpla su parte antes que lo haga yo con la mía, o le obligue a hacerlo.

—Por favor no...

Noemí comenzó a caminar llorando, hacia la entrada de la casa, y comenzó a gritar en la puerta, pero a los minutos no pudo emitir más voz. Se juntó gente a verla, comenzó a ver todo negro, se dio cuenta que era Sueñosreales, vio se le acercaba un meteorito que iba a impactar contra ella, pero lejos de tener miedo, o pelear; en su mente se paró firme a recibir el impacto. Escuchó a Sueñosreales que decía.

—Me decepciona ¿ni pelea?

—Lo estoy haciendo. Nunca me verá dañar a alguien, ni a vos.

Se comenzó a escuchar un fuerte sonido de la gran roca, Noemí se tapó la cara para no ver, ahora sí con gran miedo. No siente el impacto de un meteorito.

Noemí se encuentra sin ver ni sentir nada salvo oscuridad y su cuerpo. Se mueve en la nada, sintiendo sensación de hambre. En medio de gran silencio escucha sólo su respiración. Aumentándosele sus nervios dice en voz alta:

—¿Dónde estoy? ¿Qué hago? —Y al rato añade ¿Por qué me haces esto?

…

Una y otra vez con muy pocos cambios se repitió la historia, incluso las personas las veía envejecer.