Leer la novela online: Novela "EL Grupo de los Diecinueve Jóvenes 2" Separados en Esferas Lejanas.

Es la página 60 de la novela.
Revive con gran emoción cuando les da un abrazo a cada jóven, incluyendo a ella que siente la pena que sentía. El correr de lágrimas por sus mejillas... Caminan por una senda, hablan poco...

Va repitiendo toda su vida hasta que llega a un hecho que para poder continuar hacia atrás en cada momento, debería poder volver a vivirlo, repetirlo. Resalto que va recordando mucho, si lo escribiera llenaría volúmenes enteros con minutos de su vida, porque a cada minuto de nuestras vidas transcurren millones de cosas alrededor nuestro, y también dentro. Salvo cuando dormimos, allí son menos las que percibimos centrados en el misterio de los sueños, y la necesidad del descanso.

...Se acerca a su primer sueño, de antes de atravesar la puerta. Observa partes de su cuerpo mientras se viste la ropa para levantarse de lo que fue su cama, mira sin prestarle atención a ningún detalle de la primitiva cabaña en donde se encuentra, pese a que en realidad los ve. Se pregunta si aún estarán sus dos amigas, que durmieron en la misma cabaña, Carla y Sonia; o si ya se habrán levantado. Tal cual como se lo preguntó en aquella ocasión.

Recuerda que se recuesta cómodamente en su cama para dormir. Que piensa en Cristian, y como la miró en la parte de su poema cuando dijo:

“Y nos levantaremos. Estaremos,
nuevamente juntos dando pasos,
entre sinceros amigos y afectos;
unidos viviendo privilegios.”

Recuerda sus pensamientos, que Cristian le gusta, y luego cada vez recuerda más débilmente lo que pensaba y pasa a su alrededor, hasta que se envuelve en la nada. Y se da cuenta:

—No es la primera vez que he estado aquí, pero ahora reconozco mejor este lugar. Este lugar no, no sé bien dónde estoy, pero reconozco el estado en el cual estoy: Estoy durmiendo despierta en un escenario de los sueños.

Luego de tal pensamiento, no sabe cuánto tiempo pasó, y continuó recordando hacia atrás, más y más.



Es la página 61 de la novela.
Estaba atravesando el momento en el cual, leía como todos los días a la noche, en su casa, un buen libro antes de acostarse. No logra recordar a lujo de detalle todo el texto. Pero sí que estaba leyendo en tal momento unos poemas, y se detuvo a pensar en estos versos:

“Hasta un guijarro
puede cambiar
tu destino,
si lo edificas
sobre el barro.”

Pero imprevisiblemente para ella, se ve de nuevo en el principio que fue el final. Se siente nerviosa por este acontecimiento, que la ha sacado de explorar sus recuerdos.

Los sucesos transcurren nuevamente, pero desde otra perspectiva. La perspectiva de Sueñosreales mirando. No obstante no sabe lo que piensa o siente Sueñosreales, solo lo que ve y escucha, y de forma resumida (como en la vida consciente). Ve atravesando la puerta, a sus amigos y a ella. Cuando todos pasaron, ve venir El Anciano, y siendo Sueñosreales le Dice:

—¿Estoy seguro de hacer eso con Noemí?

—Es lo conveniente, si no aprende a matar ¿Para qué la queremos?

—Pero no quiero hacerles daño a ninguno. ¿Enviarla a la esfera de los tranquilos? ¿Seguimos seguros? A esos que se les puede venir el fin del mundo, y se sientan a esperarlo; o continúan sin estar para nada afectados. A esos mismos que solo les preocupa quedarse sin juegos, o esa bebida que tienen que los alegra... ¿Se merecen morir algunos de ellos por una esperanza de cambio?

—Nada han avanzado en los cien miles de años —dice El Anciano—, en que los hemos conocido, salvo en las reglas de ese juego que llaman “pasajera alegría”. Es necesario que se desarrollen... Sí, Como hemos charlado, tienen que salir de su rutina. O en un momento morirán todos de hambre. Y tienen descuidada la puerta.