"El dinero lo ganan todos aquellos que con paciencia y fina observación van detrás de los que lo pierden." Benito Pérez Galdós
Leer la novela online: Novela "EL Grupo de los Diecinueve Jóvenes 2" Separados en Esferas Lejanas.
Autor Javier R. Cinacchi
Es la página 124 de la novela.
—Sí, claro.
Rubén hizo una luminosidad que envolvió a ambos, un poco para gustarle a Abbila… Otro poco porque esa cosa algo era impenetrable, y los mosquitos no entraban en ella, y se notaba a la vegetación la alejaba, como un muro semi invisible. Aunque no tan resistente como lo que puede hacer Mónica, capaz de resistir ataques de otros guardianes.
Y así siguieron su camino, con apariencia extraña, brillando en la penumbra cada vez más, a medida que oscurece. Hay una hermosa luna. Llegan cansados a lo que años atrás fue el campamento que montaron los diecinueve jóvenes cercano a las camionetas. Allí descansaron en bolsas de dormir pasando la noche.
Al amanecer, continúan con su rumbo. En todo momento siguieron una senda. Al llegar a la camioneta, observan que alguien está dentro.
Se acercan, “como personas normales”. Hay una persona de apariencia descuidada durmiendo en la camioneta, es de apariencia pobre, como la de alguien que no tiene donde vivir.
Rubén golpea suavemente el vidrio de la camioneta. El extraño lo mira, un relámpago cae cerca, en un árbol. Baja de la camioneta. Comprenden que es un guardián, o señor del olvido. Rubén envuelve a ambos en luminosidad -no sabe para qué pero lo hace-, Abbila le hace sentir de que no quieren pelear. Dice tal extraño:
—¿Guardianes? ¡¿Son guardianes?!
—Sí —Responde Rubén.
—¡Al fin encuentro alguno!
Y llora amargamente durante unos minutos, Rubén y Abbila permanecen quitos a su lado mientras este llora. El extraño se calma y dice:
—Yo protejo esta puerta, hace mucho tiempo. Tal vez hace mil años de aquí. Pero mi compañera nunca volvió, ni ninguno que conociera. De vez en cuando me marcho, y de vez en cuando vuelvo, porque estoy solo. Y así continúo durante mucho tiempo. Solo voy al tiempo oportuno a una puerta en otra esfera, a la única a la cual puedo ir y volver seguro sin perderme. Una esfera que nunca recorrí, porque mi deber es proteger ésta. Otras veces voy a un pueblo cercano de aquí, y traigo cosas que necesito para mantener mi posición..
Es la página 125 de la novela.
Por favor no quiero estar solo sin otros guardianes ¿por qué se han olvidado de mí? ¿Y porqué mi compañera no ha vuelto nunca? Flor ¿La conocen?
—Somos aprendices —responde Abbila—, no sabemos que contestarte. Pero me dijeron que averigüe, porque dedujo un líder que algún guardián solitario, tal vez de un grupo antiguo, estaba protegiendo esta puerta. Cuéntame tu historia y mi líder la sabrá. Uno es El Anciano, y otro Sueñosreales.
—Hace mucho tiempo, he escuchado y leído historias de ellos, el líder de mi grupo era Lanzador.
—Se ha perdido el rastro de él —dice Abbila—. Sí sé que estuvo aquí. No se leyó de él más en Crónicas, de su mando, o que hablaran de él otros. La última vez marchaba con cinco a su cargo a una esfera en discusiones con los Señores del olvido, y Conquistadores. Dicen en un comunicado que dejaron, que la destruyeron por ser peligrosa ellos mismos, al no presentarse una decisión de los líderes. Aguardaron mucho a alguna comitiva de guardianes, y ante no haber ninguna, se sintieron libres de tomar la decisión que mejor les pareció. Luego tu líder dejó su Crónica. Y es lo último que menciona las Crónicas que recuerde de ellos.
El extraño llora nuevamente, una de sus manos se la ve luminosa. Dice llorando:
—Tal vez mi esposa era una de los cinco que mencionas. Pero el grupo era de siete ¿Tienes una Crónica? Su nombre es Flor, guardiana. Me quedé porque aquí estaba sin paz esta tierra en tal momento. Mi esposa iba a volver, partieron seis de aquí el último día. Me arrepiento de mi decisión, nunca nos debimos separar. Ustedes nunca se separen, uno tiene ese derecho con su pareja. Al menos me han traído muchas esperanzas. Gracias. Debo decirles que hace años perdí en combate protegiendo esta puerta de soldados, mi Crónica.
Y lloró amargamente, sin consuelo; expresó su dolor en medio de relámpagos que impactaban cercanos y fuerte viento. Furioso golpeó la tierra. Se enjugó su llanto y dijo:
En Estudiargratis.net hay muchas secciones, algunas de estas:
Sociales