Leer la novela online: Novela "EL Grupo de los Diecinueve Jóvenes 2" Separados en Esferas Lejanas.

Es la página 27 de la novela.
El Rey llegó, y habló con ellos a la semana de haberse ido Arsorx Consejero Primero del Rey:

—Es difícil la situación aquí; estoy protegiendo la puerta y el reino. Los que nos atacan, sinceramente lo que quieren es tener todo, sin importar el precio. El otro Rey sacrificará a sus hombres y mujeres por la victoria definitiva. El pueblo que está bajo su señorío carece de libertad, generalmente ni siquiera pueden elegir a qué trabajo dedicarse, con quién darse en matrimonio, o qué creer.

Un grupo hace siglos ayudados por guardianes nos revelamos, un grupo que pelea por la libertad, y no obedece a esclavizadores. Fue en tal momento que conocimos en esta esfera de la puerta. Pero somos los menos, y obligan a pueblos enteros a pelear contra nosotros hasta la muerte. Y deben pelear, o afrontar la muerte al desobedecer, si no pelean les matan a todos aquellos a quienes retienen para obligarlos.

He evaluado hasta el entregar el reino, pero ello sería perder la libertad ¿Y de qué sirve la vida, si es otro el que la domina a su antojo? ¿Y habremos de morir los que sobramos, los que no valemos el precio de la comida? ¿Y habremos de deshonrar a nuestros valientes muertos, con la rendición del libre reino? ¿Todos a merced del capricho de alguien? Obviamente que no, ¡nunca, y por ello luchamos! Verdad, justicia, libertad, ayuda mutua... hasta peleamos por entretenernos en paz. Ellos ya no tienen ni arte.

Se avecina una gran batalla... Si ganamos no dudo muchos desertarán de las filas del tirano, aprovechando su debilidad desertarán en grandes grupos. Avanzaremos, y será un gran paso. Pero, nos superan aproximadamente por cada uno de los guerreros nuestros, cien de ellos. Se han centrado en destruirnos, apenas cuidándose de sublevaciones, pero no se sublevarán temiendo al gran ejercito que nos ataca. Estoy muy bien informado.



Es la página 28 de la novela.
Marcos, el territorio lo protegen hombres valientes, fortificaciones, catapultas, y torres. Pero hemos perdido en algunos alrededores. Necesitamos recuperar terreno y rescatar pueblos enteros del dominio del tirano, para que decidan qué hacer en libertad. Si no pelearán por nosotros, al menos que no los obliguen a pelear en contra nuestra.

Solo puedo ofrecerles el honor de pelear por una causa justa, el cumplir con su misión de proteger la puerta, y el que sean bienvenidos siempre en esta esfera como si fuera su reino. Los necesito, o nuestros ojos serán todos cerrados. Tú mismo incluso puedes gobernar aquí luego de que yo cierre mis ojos, si te mantienes digno. Prométeme defender el pueblo y la libertad.

—¿Luego de ayudarte volveremos a nuestros hogares? —Se adelanta a preguntar Estefanía. Añade: —La verdad, no hemos tenido muchas posibilidades de elección.

—Estefanía —contesta el Rey—, si bien me alegra estén aquí, yo no los traje. Sabe que son libres en mi reino de ir a donde quieran. Como mucho los podré acompañar quizás dentro de un año a la esfera de los guardianes. Si no cae el reino y destruyen la puerta. Lamento la situación que están pasando. El Rey le clava la mirada a Marcos. Marcos se siente contra la espada y la pared totalmente desarmado, para él, como corresponde, dar su palabra es algo inquebrantable. Quiere volver con sus padres, nunca pensó apartarse de su país, ama Argentina, teme que Monica no piense tal vez estar a su lado si se queda. Se dice: esta decisión es solo mía. Responde pensando en voz alta.

—Si podré volver momentáneamente a mi país cuando lo desee, y considerándose que mis decisiones también dependen no sé realmente hasta dónde de lo que decidan mis superiores guardianes, te doy mi palabra de que en todo lo que pueda protegeré al pueblo y su libertad.

El Rey le hace una reverencia. Y dice.

—Aceptadas tus condiciones en palabra, Marcos Ayudante del Rey y guardián. Considera tú casa a todo el reino. Se tomará nota de este compromiso, con los testigos presentes, con tu permiso. Y se hará conocer entre todos, está gran alegría del reino libre.