El insulto deshonra a quien lo infiere, no a quien lo recibe. Diógenes de Sínope
El Grupo de los Diecinueve Jóvenes y la Primer Puerta.
Autor Javier R. Cinacchi
Es la página 145 del libro.
—Muchacha, lamento no decirles más, sólo para compensar el injustificado susto dado... Por luchar un poco contra tí, Noemí. Les voy a dar dos recomendaciones. A nadie se las dirán si no desean mi venganza. Pues no puedo decirles nada, sólo debía preguntarles. En primer lugar: Si no atravesarán las puertas no agarren nada de allí, y tendrán alguna oportunidad a volver a ser como lo eran antes. Luego de años. Y nunca se les ocurra hacerle frente al que llaman El Anciano. Ni a mí. Y en segundo lugar: les digo, si atraviesan la puerta… bueno… me agradan… yo la atravesé un día, y actualmente la atravesaría de nuevo de poder decidir, sabiendo todo lo que me ha ocurrido, háganlo todos. Ahora los dejo, nunca digan a alguien estas dos recomendaciones se supone la elección debe ser de ustedes, casi sin ayuda. Ni siquiera las mencionen dando a entender que se las dije, o dijo: “el extraño”, “el que se mete en las mentes”, “el vestido de negro” o como sea me llamen, puede haber alguien escuchándolos. Podrían considerar que estaré de su lado si se vuelven guardianes en contra del olvido de las puertas y los objetos…
El extraño mira a Noemí y le dice:
—¡Si sigue será muy buena! ¡Ja! Cuando descubrí lo que podría hacer, fue en una pelea familiar. Le juro, fue más grande mi susto, que el de ellos ¡ja!¡ja! ¡Pensé, las cosas se movían solas! Salí corriendo y me encontré flotando en la nada ¡ja ja! ¡Qué susto me di! Muchacha… y ustedes. Aguarden… los devolveré a su realidad…
—¿Puedo preguntar algo más? —Dice Noemí.
—Sospecho, pueden sus cuerpos inertes no estar tan bien luego del tiempo aquí pasado, cuando lo frené… tal vez haya transcurrido casi un minuto y medio desde su ultima respiración.
—¡Sácanos de aquí! —Grita Flavia.
El extraño dice su repetitivo ¡Ja! Comienza a alejarse toda imagen provocada en las mentes por aquel, y sintiendo faltante el aire, estando un poco mareados y confundidos, vuelven a la realidad agitados. Noemí, habiendo allí descubierto su facultad, hace imaginar en la mente de los demás, la siguiente frase resonando en su voz:
—No hablen de lo ocurrido ni entre nosotros, sobre las dos recomendaciones de él que afecta las mentes —Todos la miran, añade en voz audible:— ¿Por qué mejor no nos vamos rápido?
Es la página 146 del libro.
Al llegar, luego de terminar de recorrer el rumbo, ocultar la camioneta, cargar algunas cosas y emprender nuevamente caminando, hasta donde estaban los demás… Llegando cansados y un poco alterados al campamento, al dirigir una mirada se llenan los corazones de alegría, con el observar de Marcos abrazado a Mónica. ¡No podían ver algo mejor en ese momento! Preguntando por él y David corren a abrazarlo.
—Recién llego y no vi a David, en realidad atravesé la puerta un segundo. Vi hay un bosque bien cuidado, rodeado de cielo color naranja. Enseguida volví para atrás, a los segundos, y cuando volví aquí no estaban. Ni siquiera respiré en aquel lugar ¿En serio transcurrió un mes?
—Sí, más o menos… —responde Rubén.
Todos se fueron enterando del encuentro con el extraño que afecta las mentes, y de que les había contado sentados en un prado imaginario, sobre la tardanza poco mayor a quince días en esa puerta en particular, que parece ser la afecta él, o la puede programar de algún modo para llegar a un destino particular, y no a cualquiera; todos se enteran en ese momento que luego de haber hecho muchas preguntas, dijo tal cosa el extraño que afecta las mentes. Se relató todo, salvo aquello que no debían decir, al menos por tal tiempo. Se está pendiente de si al rato llega David, lo cual así pasó. El contó además de lo dicho por Marcos:
—Me pareció, había algo observando. Antes de explorar, intenté comprobar si podía volver. Llamé a Marcos, nadie respondió. Por cierto me siento más seguro, y más fuerte. Es un poco extraño pero creo algo se transformó en mí para bien.
—Sí… —Añade Marcos—. Noté eso, que algo se transformó o terminó de hacerse también. Creo, nunca volveremos a ser los mismos.
Al anochecer, se realiza una fantástica fiesta, donde fantástica fue algo literal. Hubo mucha diversión, algunos hasta que no pudieron estar más en pie del vino que se tomaron. Y se decidió luego de una charla, al día siguiente, atravesar todos la primer puerta. Aun alejándose más de donde tal vez nunca se debería haberse ido cada uno; adentrándose así más en lo desconocido. ¿Pero quién puede saber el final de las cosas sin llegar a tal momento?
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