Si usted viene con su auto, y de repente observa en el camino hay un pozo ¿No detiene acaso el auto antes de caer en el pozo, o si puede no lo esquivaría? ¿Y si sabe que el camino conduce a un precipicio no tomará otro? Sin embargo, hay personas que ven que un camino conduce a algo malo, ven que les está llegando lo malo, y se dirigen a caer en el pozo... No, no, hay que cambiar lo que sea necesario.

Hay que estar atento por los caminos que se transitan. Y ya que de la Biblia salió esta frase, hay otra que dice: “yo soy el camino, la verdad, y la vida” (La Biblia, Juan 14:6), esto lo dice Jesús, un camino que te recomiendo.

Cada camino generalmente tiene lo suyo, por ejemplo el que fuma mucho tiene un gran riesgo de enfermarse seriamente de los pulmones. El que vende su mano de obra, difícilmente va a lograr al mismo tiempo tener un negocio propio (no obstante están los que la luchan con dos trabajos y luego se quedan con el mejor); si se quiere ser un excelente guitarrista, difícilmente se pueda ser al mismo tiempo un excelente poeta (tanto el estudio de la música como el de las letras lleva gran tiempo y práctica); y así cada camino tiene sus cuestiones. En esta lectura para reflexionar te invito a pensar en relación a tus caminos, y a dónde te están conduciendo, o supuestamente te llevarán. Todos crecemos y tarde o temprano generalmente se cosecha lo que se sembró. Autor de esta reflexion Javier R. Cinacchi en exclusiva para www.estudiargratis.com.ar