Poema del infirno.
Escribe Javier R. Cinacchi en
https://www.estudiargratis.com.ar/poemas-actuales/poema-infierno.html
El poema de la segunda edición (24/08/2015)
Soñé que de repente aparecía en el infierno
interpreto que no es como lo soñé,
pero en ese momento allí estuve
y lo recorrí un poco.
Enseguida busqué falsos amigos.
Estuve en un grupo para no estar solo,
y nos fuimos escapando de sombríos
temores que teníamos dentro.
Me di cuenta que era como un laberinto
de construcción sin ventanas ni cielo,
como un edificio que es ciudad.
Lo recorrimos y en mi memoria quedó.
Movilizados por encontrar respuesta,
quisimos adentrarnos menos en el infierno
y acercarnos más al cielo, asustaba
lo desconocido, y entrar a algo peor.
Amigos falsos se alejaron al poco tiempo,
pero sus caras las recordaba
y buscaba de ellas su encuentro
entre puertas, habitaciones y pasillos.
En algunas partes habían bosquejados mapas
en uno había dos iglesias, una oscura y otra clara.
Quería ir a la de luz y analizaba cómo llegar,
y me ocultaba de personas malas.
Me preocupaba encontrar demonios que arrastraran,
y me encontré una mujer que me atrajo,
me dijo que solo saldría si a mi pasión renunciaba,
y ella me gustaba y tenía sangre de cuando había muerto.
Allí estaba ella en “su” habitación
me dijo que algo la cuidaba y que murió por la música.
Era como en una cocina-bar con televisión.
En el mapa había dos escaleras:
Una hacia arriba, otra hacia abajo,
me preguntaba si llegaría arriba.
Me preocupaba pasar más abajo,
o fuera engañado y abajo fuera arriba.
Todos tendían a quedarse en algún lado,
en alguna habitación, pero quería recorrer.
Me sentía con fuerzas para reprender
a algún demonio de ser necesario.
Quise saber qué había en la escalera,
aquella de la iglesia de luz, llegar,
aprobar, subir, mirar, pero se acabó el poema.
Así como se nos acaban cosas sin avisar.
Cielos o infiernos sin finales...
Al principio uno me dio una moto.
Pero luego andaba precavido
y me quedé con ganas de recorrer.
No vi dolor, no vi sufrimiento,
sí como un rumor de temor y tormento,
y una pesadumbre de ir a lo peor.
Pero ese infierno no era el infierno.
Era un reflejo oscuro de la vida,
un reflejo poético donde los sentimientos
estaban adormecidos, atemorizando
la imaginación y sensación de opresión.
Y allí veía a cada uno atrapándose,
en alguna habitación o pasillo,
mientras posibles tormentos
se los presentía acercarse.
Me pregunto si no es mejor
estar quieto a arriesgarse,
no sea que arriba sea abajo
o por movernos algo arrastre a lo oscuro.
Pasó el tiempo y la única cara
que recuerdo es la de la mujer,
recuerdo mi duda interna también,
y que quería su compañía... pese,
a que sabía que sería mi freno,
del intento de llegar al cielo,
de salir del infierno,
porque si la conocía iba a ser juzgado.
Nota aclaratoria: Sin variar y expresando que el autor es Javier R. Cinacchi en cada poema o poesía reproducida, se autoriza a copiar puntualmente cualquier poesía o poema de Javier R. Cinacchi, sin un máximo específico, de cualquier libro de poemas, siempre y cuando respete lo indicado.
¿El infierno? El infierno es un castigo de lo que se hizo en esta vida, de ninguna manera puede haber algo en esta vida que duela más que el infierno asi que imagínese lo malo que será. Este poema es de un sueño que tuve, una representación de un infierno de esta vida. Posiblemente mi manifiesto temor de encontrar algo peor, o del que arriba fuera abajo, o el del ser arrastrado, incluso el hecho de que había mapas, era una señal de que no era el infierno era como una literaria puerta hacia él ¿y hacia su salida?. En fin ternminó dentro de mis
poemas casi malditos.